Hoy te tengo un artículo muy corto, pero muy práctico, sobre una lección sumamente valiosa que podemos aprender de los bebés para vivir más tranquilos, más felices, y en plenitud con la vida 🙂
Ahí te va…
¿Te has fijado cómo mira el mundo un bebé? ¿Con qué curiosidad, asombro y fascinación observa todo lo que le rodea?
¿Y te has fijado que los bebés no juzgan las cosas que observan?
En esa etapa en la que aún no ha aprendido a hablar, un bebé no conoce el lenguaje, no es capaz de formar palabras, y está bendecido con un regalo maravilloso: no tiene una voz en su cabeza.
Una voz que no para de hablar, que critica, que se preocupa por todo…
Por esa razón, un bebé no juzga las cosas como “buenas” o “malas”, no tiene baja autoestima, no le importa lo que pienses sobre él, y no se estresa ni lo más mínimo por lo que pueda pasar mañana.
En pocas palabras: un bebé no experimenta el inmenso sufrimiento psicológico que experimentamos los adultos, producto de nuestra mente y condicionamiento.
Un bebé observa la vida con absoluta atención, interés y curiosidad, deja que las cosas sean como son, y se maravilla.
Si por un momento pudieras introducirte en la cabeza de un bebé y ese bebé pudiera articular una sola palabra, yo creo que esa palabra sería: “Woooooow…”
Una maravilla absoluta ante las cosas. Puedes verlo en sus ojos 🙂
El tip práctico para ti, que, como adulto, tienes una mente mucho más desarrollada, un conjunto de recuerdos acumulados, y conoces y utilizas el lenguaje de forma extensa, es el siguiente:
Practica observar las cosas con suma atención, sin nombrarlas, sin juzgarlas, sin clasificarlas como “buenas” o “malas”, sin permitir que tu mente comente todos y cada uno de los fenómenos que pasan por el filtro de tu percepción sensorial, y dejando que las cosas sean como son, sin intentar controlarlas.
En otras palabras: mira la vida con ojos de bebé.
Esta práctica desarrollará tu atención y tu capacidad de vivir en el momento presente y brindará paz interior, felicidad y satisfacción a tu vida.
(Como aclaración: no se trata de hacer esto las 24 horas del días; hay cosas sobre las que tienes que pensar por temas prácticos, por supuesto. Pero prueba a incorporar esta práctica durante algunos segundos o minutos de forma frecuente y verás la nueva dimensión que se abre ante ti) 🙂
Disfrutarás mucho más de este mundo, y te maravillarás.
Como cuando tú mism@ fuiste un bebé 🙂
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