Hay un elemento fundamental para conseguir cualquier cosa que queramos conseguir: la atención.
Sin la atención adecuada, sería prácticamente imposible (por no decir imposible) conseguir un objetivo o aspiración en la vida.
En este artículo, voy a enseñarte una técnica muy simple (pero muy poderosa) que te ayudará a prestar más atención, concentrarte mejor, y utilizar el poder de tu mente para conseguir las cosas que deseas conseguir de forma más rápida, fácil, y eficiente.
Veamos de qué se trata 🙂
Contenidos
¿Qué Es La Atención?
La atención es la focalización de la consciencia en algo en concreto.
Consciencia es lo que tú eres 🙂
También puedes entender la consciencia como eso que te permite percibir todo lo que eres capaz de percibir.
Pues bien, cuando focalizas profundamente tu consciencia en algo, abres las puertas a la posibilidad de hacer cosas realmente maravillosas. En este sentido, puedes considerar la atención como una herramienta poderosa capaz de producir efectos dramáticos en tu vida.
Piensa, por ejemplo, qué es el efecto placebo sino el resultado de una atención focalizada en conseguir un beneficio terapéutico particular, o qué es salivar al imaginar morder un limón sino el resultado de una atención focalizada en una imagen mental en concreto.
¿No es increíble que la atención pueda producir este tipo de efectos? 🙂
Incluso algo tan “abstracto” como sentir paz requiere de atención.
¿Sentir paz?
Sí, porque para sentir paz se necesita atención al momento presente, a lo que ves, a lo que oyes, a tu respiración, a tus pensamientos y emociones, al hecho mismo de prestar atención…
Una herramienta muy poderosa, pero con la que nos encontramos con dos grandes problemas:
- La atención es limitada.
- No siempre la usamos de la mejor manera posible.
Cómo Funciona Nuestra Mente
Como consecuencia de nuestra evolución como seres humanos, empezamos a desarrollar esto que llamamos “mente”, y esta mente fue adquiriendo la capacidad de prestar atención a más y más cosas a la vez, tanto a cosas de “fuera”, que percibimos con los sentidos, como (sobre todo) a cosas de “dentro”, que ocurren en nuestra cabeza (nuestros pensamientos).
Pero esto trae un gran problema, y es que prestar atención a muchas cosas a la vez es un proceso ineficiente porque una atención fragmentada en demasiadas cosas a la vez impide que ninguna de ellas se realice de manera efectiva.
Por eso la atención es limitada: porque no puede dirigirse de manera efectiva a un número ilimitado de cosas a la vez y porque “se gasta” con el tiempo y a medida que aumentamos las cosas a las que prestamos atención de manera simultánea.
En nuestra historia evolutiva, la mente también empezó a adquirir la capacidad de dirigir nuestra atención hacia cosas “sin nuestro permiso” 🙂
Y es por eso por lo que no siempre la usamos de la mejor manera posible: porque, muchas veces, nuestra mente “se va sola” hacia cosas a las que no queremos prestar atención, haciéndonos perder la capacidad de centrarnos en lo que más importa.
Es como si nuestra mente nos controlase a nosotros en lugar de nosotros a ella.
¿Cuántas veces leíste algo solo para darte cuenta unas líneas (o incluso párrafos) más adelante que no recordabas nada de lo que habías leído? 🙂
Probablemente, un pensamiento se apareció por tu mente y, sin darte cuenta, empezaste a seguirlo. Más, y más, y más… Como un perro que capta un rastro olfativo y lo sigue hasta perderse por el camino.
Este tipo de pensamientos “intrusos” roban tu atención. Son como procesos informáticos ejecutándose en segundo plano: cuantos más de ellos haya en marcha de forma simultánea, mayor poder computacional consumirán y menos efectivo será el ordenador en realizar una tarea en particular.
De la misma manera, cuantos más pensamientos de fondo haya en tu mente, menos efectiva será tu atención en realizar una tarea en particular.
Puedes ver un claro ejemplo de una atención fragmentada en el siguiente vídeo:
Una Técnica Simple Pero Poderosa Para Prestar Más Atención
Igual que ocurre con prácticamente cualquier problema, el primer paso para corregirlo es darse cuenta de que se tiene un problema.
Y, precisamente, eso es lo que hay que hacer para cultivar una atención focalizada: saber cuándo tenemos el problema de haberla perdido.
Cuando has perdido tu atención, has caído en un estado de inconsciencia: ya no controlas tu mente a voluntad y, en su lugar, es ella la que te controla a ti.
¿Qué puedes hacer entonces?
Recuperar el control: usar tu mente a voluntad y no dejar que se vaya y dirija tu atención hacia cosas a las que no quieres prestar atención.
¿Y cómo puedes hacer eso?
Bueno, hay muchas formas, pero una técnica muy simple y poderosa es haciendo una sola cosa a la vez.
Una. Sola. Cosa.
El proceso es el siguiente:
- Elige algo a lo que quieras prestarle atención: no importa lo que sea. Puede ser algo tan simple como lavarte las manos, organizar cosas en la casa, o notar tu respiración mientras conduces, caminas, o estás sentada/o tranquilamente. Una vez que lo hayas elegido…
- Dedícale tu absoluta y más completa atención: focaliza tu atención y sumérgete por completo en lo que acabas de elegir, sin pensar en el pasado, en el futuro, en tus problemas, en las tareas que tienes pendiente… y manteniéndote totalmente presente en este momento.
- Cuando hayas perdido tu atención, simplemente nótalo: no te culpes por ello. Recuerda que es normal perder la atención. Simplemente reconoce que ha ocurrido, no le des más vueltas, y con gentileza y sin quejas, vuelve a enfocar tu objetivo.
- Repite 🙂
Si practicas esta técnica con frecuencia, verás que el efecto es tremendo.
Funciona como la magia 🙂
Y te invito a que descubras todas las cosas maravillosas que trae a tu vida focalizar tu atención plenamente en el momento presente y hacia una sola cosa a la vez 🙂
Pero…
Por mucho que te esfuerces, perderás el control de tu atención con frecuencia. Tu mente encenderá el piloto automático y se la llevará de viaje (y, seguramente, a destinos muy lejanos…)
Está bien; es normal 🙂
Lo único que puedes hacer entonces (suponiendo que hayas recuperado un mínimo de conciencia, porque de lo contrario ni siquiera sabrías que has perdido tu atención), es observar lo que ha ocurrido, y luego volver a centrarte en lo que tienes delante.
Es como conducir un coche: aunque vayas circulando por una vía totalmente recta, es necesario que realices pequeños gestos correctivos cada cierto tiempo a fin de mantener tu vehículo en trayectoria.
Practica Todos Los Días
En un mundo lleno de cada vez más distracciones, cada vez cuesta más prestar atención a lo que realmente importa. Hay tantas cosas por ahí, que nuestra atención se desvía hacia lo insignificante y nos cuesta concentrarnos en lo realmente valioso.
Pero cada día tienes una nueva oportunidad de practicar 🙂
Es muy sencillo: solo tienes que elegir algo y dedicarle tu más absoluta y completa atención.
Con la práctica, llegarás a agudizar tu atención y serás capaz de llevarla a niveles cada vez más profundos. Notarás cómo mejoran muchas áreas de tu vida: tu productividad, tu efectividad en el trabajo, tus relaciones personales, los resultados que obtienes en prácticamente cualquier cosa que te propongas, tus niveles de estrés, tu grado de paz mental, felicidad y satisfacción con la vida…
Puedes complementar este artículo con mi artículo Técnicas De Meditación Y Relajación. Simples. Para Todos, que también te ayudará a practicar y desarrollar tu atención 🙂
¡No Lo Olvides!
Como puedes ver, no te dije a qué prestar atención.
¿Por qué?
Porque quiero que seas tú quien decida qué es lo más importante y valioso en tu vida.
Simplemente, recuerda esto:
La atención es una herramienta muy poderosa.
Úsala sabiamente.
Y tu recompensa será grande (¡muy grande!) 🙂
“Attention is the key to transformation” – Eckhart Tolle.
Sígueme en Instagram para ver más contenido como éste. Ahí comparto muchos mensajes sobre la atención, el momento presente, y cómo profundizar tu consciencia. ¡Espero verte ahí! 🙂🙏🏻