Cómo Tomar Mejores Decisiones En La Vida (Parte 3)

Bifurcación con Buda meditando en el centro

En la primera parte de esta serie sobre cómo tomar mejores decisiones, te hablé sobre la información, la lógica y las emociones. En la segunda parte, te hablé sobre la intuición, la perspectiva y el tiempo.

En esta tercera (y última) parte, quiero hablarte sobre cómo tomar decisiones cuando tienes miedo, qué hacer cuando tienes un conflicto interno, y cómo estar bien con una decisión que tomaste pero de la que te arrepientes.

Al final, te haré un resumen práctico con todo lo que hemos aprendido hasta ahora sobre cómo tomar mejores decisiones en la vida 🙂

No intentes memorizar toda la información de estos 3 artículos; es bastante. En cambio, te recomiendo prestar atención a lo que resuene en ti mientras lees, porque quizás sea justamente eso en lo que más debas centrar tu atención.

Siempre puedes volver a leer los artículos cuando lo necesites.

Empecemos 🙂

Contenidos

Cómo Tomar Decisiones Cuando Tienes Miedo

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La luz de la consciencia vence al miedo 🙂

¿Alguna vez has tomado una decisión basada en el miedo?

Seguramente, sí.

¿Y cómo te fue?

Seguramente, no muy bien…

Eso es porque las decisiones basadas en el miedo carecen de poder.

La energía negativa del miedo contamina la efectividad de tus decisiones y, en la gran mayoría de los casos, las lleva por mal camino.

Sin ir más lejos, mira el tipo de decisiones que ha tomado la gente durante esta crisis de coronavirus: decisiones basadas en el miedo.

Y que no han llevado a demasiadas buenas…

Imagina que se te presenta la oportunidad de estudiar/trabajar en el extranjero, pero la simple idea de irte te da miedo. No quieres abandonar tu hogar, tu familia, tus amigos, tu país, tus costumbres… No quieres abandonar tu “zona de confort”.

¿Qué puedes hacer para tomar decisiones como esta, cuando el miedo te invade y te impide pensar y sentir con claridad?

Sigue estos pasos 🙂:

1. Observa Y Acepta Tu Miedo

¿De dónde surge el miedo?

De nuestros pensamientos.

Da igual la causa específica por la que sintamos miedo; todo miedo surge de pensamientos que se originan en nuestra cabeza.

(Nota: aquí me refiero al miedo “psicológico”; no a lo que podríamos llamar “miedo fisiológico”, como por ejemplo, encontrarse de frente con un león. En este caso, el miedo no proviene de pensamientos en nuestra cabeza, sino de una respuesta natural de supervivencia por parte de nuestro organismo).

Para disminuir (y, en ocasiones, disolver por completo) el miedo psicológico, es necesario observarlo y aceptarlo.

Algunas veces también tendrás que investigarlo, para poder llegar a la raíz y erradicarlo por completo.

Pero no siempre es así.

Lo fundamental es observarlo y aceptarlo.

¿Y cómo puedes hacer esto?

Así:

La próxima vez que sientas miedo antes de tomar una decisión difícil o importante en tu vida, deja todo lo que estás haciendo en ese momento y dedícale tu completa y más absoluta atención al miedo. No hagas nada más que enfocarte en la sensación de miedo en tu cuerpo y notar cómo se siente.

¡No pienses; siente!

Luego, acepta el hecho de que tienes miedo. No te resistas a él, por ejemplo pensando que no deberías sentir miedo, que está mal sentir miedo, o que las cosas no deberían ser como son ahora. Permítete sentir/experimentar la sensación de miedo por completo.

Si te cuesta aceptar tu miedo, míralo de la siguiente manera: por más que quieras negarlo o liberarte de él, la realidad es que, en este momento, tienes miedo.

Resistirte a esta realidad solo creará más dolor en ti (porque como dice el dicho, “lo que resistes, persiste”).

Verás que solo con observar y aceptar tu miedo, dejándolo florecer y no resistiéndote a él, disminuirá muchísimo su intensidad.

E incluso podría irse por completo 🙂

Lo bueno es que esto de observar y aceptar aplica a todo tipo de emoción negativa; no solo al miedo, y en todo tipo de situaciones; no solo al tomar decisiones.

Así que te invito a probar esta práctica para que veas lo simple y efectiva que es 🙂

En este vídeo de Instagram, te explico cómo apliqué este mismo consejo en mi propia vida en un momento de mucha rabia, y cómo esto me sirvió para volver rápidamente al estado de calma 🙂

2. Investiga Tu Miedo (Opcional)

Aunque no siempre será necesario, a veces tendrás que investigar por qué algo te produce miedo para poder superarlo por completo.

Lo que hacemos la mayoría de nosotros cuando sentimos miedo es seguir con nuestra vida como de costumbre, intentando ignorarlo y no deteniéndonos un momento para prestarle atención, sentirlo, y explorarlo.

Pero como dije antes, el miedo surge de nuestros pensamientos, lo que quiere decir que algunas veces tendremos que investigar cuáles son esos pensamientos que originan nuestros miedos. Así, podremos encontrar las pistas que necesitamos para poder entenderlos y superarlos.

Ten en cuenta que muchas personas no serán capaces de hacer esto por sí solas y necesitarán ayuda externa.

Si necesitas ese tipo de ayuda, para eso estoy yo aquí 🙂

3. Pregúntate Qué Valor Tiene Esta Decisión Para Ti

Imagina que nadar con tiburones te produce miedo (algo completamente normal), y que no te gustan ni los tiburones, ni las experiencias extremas, ni el mar.

La decisión es muy simple: no vas a nadar con tiburones.

Nadar con tiburones no tiene ningún valor para ti y, lógicamente, no tiene ningún sentido que lo hagas.

Ahora, imagina que irte al extranjero también te produce miedo, pero observando la situación con más detenimiento, te das cuenta de que estudiar/trabajar fuera podría brindarte la oportunidad de aprender o perfeccionar otro idioma, recibir una mejor educación o un mejor sueldo que mejorará tu futuro, hacer y forjar nuevas amistades, explorar y enriquecerte de una nueva cultura, y pulir tus habilidades de independencia y resolución de problemas.

Y llegas a la conclusión de que el valor que tiene para ti irte al extranjero es mucho más grande que tu miedo.

El consejo aquí es muy simple:

La próxima vez que sientas miedo antes de tomar una decisión, detente un momento y piensa en profundidad si esa decisión tiene un valor real para ti y qué tan grande es ese valor.

Y recuerda que, muchas veces, en los límites de nuestra comodidad se encuentra nuestro mayor crecimiento 🙂

4. Recuerda Que Tener Miedo Es Normal

Por la propia definición de “zona de confort”, salir de ella suele ser algo incómodo; desagradable; difícil.

Pero recuerda que todos sentimos miedo en algún momento de nuestras vidas. Por causas distintas, pero todos sentimos miedo.

Así que, aunque pienses que tu miedo es absurdo, injustificado, o exagerado, ten presente que eso no te hace peor ni menos que nadie.

Eres un ser humano, como yo, y como todos.

Y los seres humanos, experimentamos miedo 🙂

Si aceptas tu miedo plenamente como una experiencia ordinaria del ser humano, dejarás de sentirte mal por tener miedo y no añadirás más capas innecesarias de dolor.

Y tus decisiones saldrán mejor 😉

5. Si Al Final No Se Siente Bien, No Lo Hagas

Si después de haber observado, aceptado, investigado y valorado el valor de tu miedo, hay algo dentro de ti que no se siente bien, no tomes esa decisión.

Nunca tomes una decisión basada en el miedo.

Si lo haces, es probable que hayas escogido el camino equivocado.

En la otra cara de la moneda: si incluso después de haber observado, aceptado, investigado y valorado tu miedo, algo en ti quiere tomar esa decisión aunque sigas teniendo miedo, tómala.

Quizás sea tu intuición guiándote por el camino correcto 🙂

¡Pero…! Asegúrate de escuchar bien dentro de ti y confirmar que realmente quieres tomar esa decisión, aún sintiendo un poco de miedo.

Porque algunos impulsos (que se sienten como intuición) no son intuición, y también podrían llevarte por el camino erróneo.

Cómo Tomar Decisiones Cuando Tienes Un Conflicto Interno

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Conflicto interno entre la mente y el corazón.

Como vimos en los primeros 2 artículos de esta serie, existen varios elementos que nos ayudan a tomar buenas decisiones (información, lógica, emociones, intuición, perspectiva y tiempo).

¿Pero qué pasa si, por ejemplo, tu lógica te dice una cosa pero tus emociones te dicen algo distinto? ¿O qué pasa si sientes emociones contradictorias respecto a una decisión?

Resuelve tus conflictos internos de la siguiente manera 🙂:

1. Asegúrate De Que, De Verdad, Existe Un Conflicto Interno

Exprime al máximo todos los elementos que hemos visto hasta ahora.

Eso quiere decir que recolectaste toda la información posible haciendo las preguntas correctas, que pensaste con detenimiento, serenidad y profundidad sobre todas tus opciones (lógica), que te detuviste a sentir y explorar tus emociones sin dejarte llevar por el ego, que dedicaste tiempo a escuchar a tu intuición, que acumulaste suficientes perspectivas sobre tu situación, y que dejaste pasar un tiempo para asentar bien tus ideas y sentimientos y tener una sensación de certeza antes de tomar la decisión.

Siguiendo con el ejemplo de estudiar o trabajar en otro país, imagina que, examinando bien tus emociones, descubres que lo que realmente te da miedo no es el hecho de irte a otro país, sino pensar que te puedes quedar sola y que pueda ocurrir algo grave que no sepas cómo solucionar.

Investigando más en detalle las condiciones de tu traslado, descubres que tu universidad/empresa tiene un programa de integración social de una semana, reuniones mensuales con consejeros y asesores, e información de contacto por si tienes algún problema.

¡Ya no te da miedo irte al extranjero! 🙂

El conflicto interno entre la lógica (que podría ser bueno irte al extranjero) y las emociones (el miedo) o entre dos emociones contradictorias (que por una parte tienes ganas de irte pero por otra no) quedó resuelto examinando un poquito más tus emociones, descubriendo de dónde viene realmente tu miedo, y recolectando un poquito más de información.

El primer paso para resolver un conflicto interno es averiguar si realmente existe un conflicto interno, examinando a fondo los elementos que parecen estar causando ese conflicto.

Ahora…

¿Qué pasa si, después de examinar todo a fondo, descubres que realmente sí existe un conflicto interno?

2. Escucha A Tu Intuición

La intuición es el elemento definitivo que te guiará por el camino correcto cuando tengas un conflicto interno.

En la segunda parte de esta serie, te explico en detalle cómo reconocer y seguir a tu intuición.

Pero aquí tienes algunos puntos clave:

  • Escucha bien dentro de ti.
  • ¿Qué sientes que es lo correcto?
  • ¿Qué se siente realmente bien?
  • Imagínate tomando una decisión: ¿Cómo responde tu cuerpo? ¿Cuánta certeza hay detrás de esa decisión? Ahora imagínate tomando la decisión alternativa: ¿Cómo responde tu cuerpo ahora? ¿Cuánta certeza hay detrás de esa decisión?
  • Si tienes dudas, deja pasar un tiempo. Si el sentimiento o la idea sigue estando ahí, será más probable que sea tu intuición y no un impulso momentáneo.

Déjame ponerte un ejemplo de conflicto interno entre emociones que creo que es bastante común: imagina que quieres muchísimo a tu pareja pero que, en el fondo, ya no quieres seguir con ella.

Aparentemente, aquí existe un conflicto interno entre emociones: por un lado, quieres mucho a tu pareja y te resulta casi impensable acabar con todo, pero por otro lado, ya no quieres seguir con la relación.

¿Qué es lo que realmente sientes que quieres hacer?

Lo sabes: en el fondo, ya no quieres seguir con la relación, por mucho que quieras a tu pareja.

Esa es la voz de tu intuición.

Y solo apunta hacia un camino.

3. Recuerda Que Todos Nos Equivocamos, Pero Que De Los Errores Aprendemos

No siempre tomarás la mejor decisión.

Y ahí está el aprendizaje 🙂

Si prestas atención a qué fue mal, sabrás cómo hacerlo mejor la próxima vez.

Recuerda siempre que no está mal equivocarse, pero intenta hacer tu mejor esfuerzo porque no vuelva a ocurrir.

Con la práctica, irás aprendiendo a usar bien los elementos de los que he hablado y eso te ayudará muchísimo a tomar las decisiones que realmente quieres en tu vida 🙂

Cómo Estar Bien Después De Tomar Una Decisión De La Que Te Arrepientes

Es posible que incluso después de hacer tu mayor esfuerzo por tomar la mejor decisión posible, sientas que cometiste un grave error y te inunde un sentimiento de culpa y arrepentimiento.

¿Qué puedes hacer?

Entender que tomaste la mejor decisión que pudiste tomar.

Sí, así es.

Intenta encontrar paz en el entendimiento y la aceptación de que hiciste lo que tu nivel de consciencia te permitió hacer cuando tomaste esa decisión.

Sé que puedes no estar de acuerdo conmigo aquí; está bien 😊

Pero si estás abierta a una nueva perspectiva, te invito a que leas el siguiente artículo: Errores Del Pasado: Cómo Olvidarlos, Superarlos, Y Perdonarte.

Desarrollarás un entendimiento que te liberará para siempre de la culpa, el arrepentimiento y el dolor de esos errores de tu pasado que tanto te pesan.

A mí me ha servido, y estoy completamente seguro que a ti también te servirá 🙂

(Solo recuerda: lleva su práctica 🙂)

Otros Elementos Que Influyen En Nuestras Decisiones

Hay otros factores de los que no he hablado en esta serie que también influyen en nuestras decisiones, como por ejemplo:

  • Condicionamiento y presión social o familiar.
  • Búsqueda del placer / la satisfacción.
  • Querer llamar la atención.
  • Sensación de vacío.
  • Evitar el sufrimiento.
  • (Y seguramente algunos más).

Por una parte, prácticamente todo lo que necesitas saber sobre cómo tomar decisiones difíciles e importantes en tu vida está contenido en estos 3 artículos. Por otra parte, no quería extender más este artículo.

Mi consejo aquí es que te mantengas alerta por si alguno de estos elementos está operando en ti y llevándote a tomar decisiones equivocadas.

Si necesitas más información, siempre puedes ponerte en contacto conmigo o dejar un comentario 🙂

Resumen Práctico: Cómo Tomar Mejores Decisiones En La Vida

¡Wow! 😮

Después de toda esta información, quiero dejarte con las ideas clave de estos 3 artículos sobre cómo tomar mejores decisiones en la vida.

Aquí lo tienes 🙂:

  • Antes de tomar una decisión difícil o importante, detente. Entra en un estado de calma y presencia (atención al momento presente) e intenta mantener ese estado durante todo el tiempo que dure la toma de tu decisión. Este paso es fundamental.
  • Observa el problema con tu mente: “sostén” una imagen mental o idea que represente la decisión que quieres tomar y contémplala con tu atención. Esto te llevará a plantearte las preguntas correctas, lo que te llevará, a su vez, a obtener la información que necesitas.
  • Incorpora períodos de “no pensar” cuando hayas pasado mucho tiempo pensando sobre tu problema. Así, resetearás tu mente y le devolverás la frescura y originalidad que necesita para tomar decisiones inteligentes.
  • Escucha bien a tus emociones y mantente alerta para saber cuáles son profundas y cuáles son superficiales y que vienen del ego (aunque se sientan “bien”).
  • Antes de tomar una decisión cargada emocionalmente, pregúntate ¿Tomar esta decisión, me hará daño a mí? ¿Tomar esta decisión, hará daño a los demás?
  • Nunca tomes una decisión basada en una emoción negativa. Puede haber algo de “negatividad” antes de tomar una decisión (miedo, duda, incertidumbre…), pero nunca debería ser la fuerza principal que impulse tu decisión.
  • Busca perspectivas de personas que puedan ofrecerte una opinión útil y valiosa sobre tu problema para que puedas tener una visión más completa de la situación.
  • Siempre que puedas, tómate todo el tiempo que necesites para tomar una decisión. Deja que tus ideas y sentimientos maduren y se solidifique hasta que tengas una sensación de certeza sobre lo que estás a punto de hacer.
  • Si sientes que una emoción te impide tomar una decisión (por ejemplo, el miedo), préstale atención y permítete sentirla. Acepta plenamente que esta es tu experiencia de este momento y no te resistas a ella.
  • Si experimentas un conflicto interno, examínalo a fondo. Si el conflicto sigue, déjate guiar por tu intuición.
  • No creas que debes tener todo perfectamente claro antes de tomar una decisión. Nunca sabemos lo que va a pasar. Tenemos que jugar con esta incertidumbre y trabajar con lo que tenemos.
  • Si algo se siente bien a un nivel, pero no se siente bien a otro nivel, detente. Es una señal para evaluar si la decisión que estás a punto de tomar es realmente la correcta.
  • Si al final de todo cometiste un error, quédate con la lección y busca hacerlo mejor la próxima vez. Deja el pasado en el pasado y no lo mantengas vivo en tu mente. Solo así podrás estar en paz y seguir adelante.
  • Escucha a tu intuición, siempre.

Ahora ve ahí y toma buenas decisiones, tanto para ti como para el resto del mundo 🙂

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Carlos_Azuaje

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