Cómo Tomar Mejores Decisiones En La Vida (Parte 2)

Bifurcación con Buda meditando en el centro

En la primera parte de esta serie, hablé sobre 3 elementos muy importantes que influyen sobre muchas de las decisiones que tomamos en nuestras vidas: la información, la lógica y las emociones.

En esta segunda parte, te hablaré sobre otros 3 elementos, también muy importantes, pero a los que no se les suele prestar la atención que merecen: la intuición, la perspectiva y el tiempo.

De estos 3 elementos, presta especial atención a la intuición, porque es una herramienta muy poderosa que poseemos los seres humanos que nos ayuda a tomar decisiones correctas, pero que no muchas veces entendemos ni sabemos cómo usar bien.

Empecemos 🙂

Contenidos

Intuición

Buda flotando en el espacio; símbolo de la intuición

¿Qué significa para ti la “intuición”?

¿Quieres pensarlo por un momento?

Bien, para mí:

La intuición es una especie de brújula, conocimiento o sabiduría interior que nos transmite mensajes muy importantes, como qué debemos hacer, qué camino debemos escoger, o incluso qué ocurrirá en el futuro.

Si alguna vez algo te dio buenas o malas vibraciones, o sentiste que, a pesar de que fuese ilógico, entrase en conflicto con tus emociones, o fuese en contra de lo que pensaban los demás, debiste hacer ese algo, muy probablemente, esa fue tu intuición.

Sin embargo, no todo lo que parece intuición es intuición.

Por eso, es muy importante diferenciar qué es y qué no es intuición.

Un Ejemplo De Intuición De Mi Propia Vida

La intuición puede estar influenciada por otros elementos que, a su vez, también influyen sobre nuestras decisiones (la información, la lógica o las emociones, por ejemplo).

Un ejemplo:

Estás trabajando en un proyecto de negocio y de repente sientes y/o dices: “Creo que esto va a salir bien”.

Tienes un presentimiento.

Ese presentimiento puede venir de experiencias previas que has tenido en el mundo de los negocios. Un patrón, por ejemplo, que ya te funcionó en el pasado.

Pero seguramente no seas consciente de ello, porque se trata de información y/o lógica operando “detrás” de tu mente; algo que puedes sentir a lo lejos pero que no sabes muy bien qué es o de dónde viene.

Así es como la intuición puede estar influenciada por otros elementos.

Sin embargo, a veces parece que la intuición actúa “sola” y que no se necesita de ningún otro elemento para tomar una decisión, por importante o difícil que parezca.

Te pongo un ejemplo de mi propia vida:

Después de presentar mi tesis de máster, sentí un impulso que me “dijo” (“dijo” en el sentido de sensación, no de instrucción verbal) que el camino científico que había escogido ya no era para mí, y que había llegado el momento de decirle “adiós”.

Fue un impulso repentino que se apareció por mi mente.

Para evitar tomar una decisión equivocada y sufrir las consecuencias, dejé reposar la idea durante unos pocos días.

El tiempo pasó, y le di vueltas a la cabeza, no sabiendo qué iba a hacer con mi vida ni si esto me iba a salir bien o mal.

Y a todas luces, estaba asumiendo un riesgo muy importante…

Pero la intuición era clara y seguía estando ahí: había llegado la hora de abandonar el camino que había escogido.

Le comuniqué la decisión a mis padres, hablé con las personas responsables de mi programa, y abandoné el camino científico por el que tanto luché y por el que tanto tiempo y esfuerzo invertí.

Este ejemplo sirve para mostrarte cómo la intuición puede actuar “sola” en ausencia de otros factores.

No tenía información (no sabía qué iba a hacer con mi vida), no parecía algo lógico abandonar tantos años de esfuerzo, aprendizaje y experiencia y lanzarme “al vacío”, ni tampoco experimenté más emociones (miedo, inseguridad, felicidad…) que una sensación de alivio y tranquilidad.

En el fondo de mí, sentí claramente que era lo que tenía que hacer.

Ahora…

¿Y si lo que sentí no fue mi intuición sino una “voz falsa” que no me estaba indicando el camino correcto?

Buena pregunta.

Cómo Diferenciar Intuición De Lo Que NO Es Intuición

Esta duda la tienen muchas personas.

La sensación de “escuchar” voces opuestas, unas diciendo una cosa y otras diciendo justo lo contrario, es algo que todos hemos experimentado alguna vez en nuestras vidas.

Para ayudarte a reconocer cuál es la “voz verdadera” y cuáles son las “voces falsas”, te expongo algunas de las características clave sobre la intuición:

  • La intuición viene como una instrucción clara desde tu interior que, normalmente, aparece de forma repentina.
  • Es como una especie de fuerza con poder atractivo que te dice: “Es por aquí”. De repente, sabes lo que tienes que hacer.
  • La energía detrás de la intuición es serena. Pueden haber algunas formas de energía negativa, pero nunca sentimientos fuertes de duda, miedo o inseguridad*
  • Hacerle caso a tu intuición se siente bien.
  • Hacerle caso a tu intuición se siente como lo correcto.
  • La intuición es difícil de ignorar.
  • Ignorar a tu intuición genera resistencia y es algo que se siente mal.
  • A diferencia de los impulsos reactivos que desaparecen relativamente rápido, la intuición permanece en el tiempo y se queda contigo.

* Es posible experimentar formas de energía negativa cuando se tiene una intuición (por ejemplo, cuando tienes un mal presentimiento, ese “mal” se experimenta como algo negativo), pero estas formas de energía negativa nunca deberían ser demasiado fuertes. Si tu intuición se entremezcla con sentimientos fuertes de duda, miedo o inseguridad, por ejemplo, es importante que sepas que pueden estar ocurriendo una de dos cosas:

  1. Que los sentimientos no vengan de la intuición en sí, sino de lo que dice tu mente sobre tu intuición.
  2. Que no se trate de ninguna intuición.

Aquí tienes algunos ejemplos de lo que puede decir la mente sobre la intuición (usando como molde el ejemplo que te puse más arriba de mi propia vida):

  • “¿Vas a abandonar ahora después de haber invertido tanto tiempo y esfuerzo en esto?”
  • “Todo esto es ilógico. No tiene ningún sentido. Nadie en sus cabales haría algo así”.
  • ¿Y qué harás después? No conoces el futuro y las cosas podrían salirte muy mal”.

Por supuesto, tu mente no te “habla” de esta manera, pero sí te puede transmitir este tipo de mensajes en forma de sensaciones, sentimientos y emociones que puedes sentir claramente.

Estas son las formas fuertes de energía negativa a las que me refiero.

Recuerda que la intuición puede ir en contra de la lógica, las emociones, o incluso de lo que piense el resto del mundo.

Por eso, es importante que prestes especial atención dentro de ti para saber si lo que sientes es intuición o simplemente “charla mental”.

Últimas Palabras Sobre La Intuición

La intuición no siempre viene como una idea completamente formada: muchas veces, viene como una idea vaga y lejana que, con el tiempo, va tomando forma y haciéndose más clara.

Lo que quiere decir que es importante que dejes pasar un tiempo desde el momento en que sientes que tienes una “intuición” para que el sentimiento se solidifique (o no) y para que la instrucción se vuelva más clara (o no).

Y así, saber si se trataba realmente de una intuición o de un impulso que te hubiera hecho tomar una decisión equivocada.

Con la práctica, la experiencia, y prestando atención a tu estado interno, irás aprendiendo a diferenciar la “voz verdadera” de las “voces falsas”.

Recuerda que la intuición es una herramienta muy poderosa que tenemos a nuestra disposición y que nos puede ayudar a tomar decisiones importantes y difíciles.

Escúchala.

De una u otra forma, te guiará por el camino correcto 😉

Perspectiva

mujer girando simbolizando la perspectiva sobre tomar decisiones

¿Hacia qué lado gira esta mujer? 🙂 ¿Puedes ver si también gira hacia el lado contrario? 🙂

La perspectiva, en términos muy simples, significa mirar una situación desde un ángulo en concreto.

Tú, como persona, tienes unos conocimientos, unas experiencias, unos valores, unas creencias, una personalidad y un entendimiento sobre la vida que es único.

Todo esto te permite mirar un problema o situación desde un cierto ángulo que nadie más puede ver.

Es tu perspectiva.

Pero igual que tú, todas las personas en este mundo tienen su propia perspectiva.

Por eso, por muy único que sea un ángulo, todos son (en mayor o menor medida) limitados.

Y por eso mismo, los ángulos o perspectivas que pueden aportarte otras personas pueden ayudarte a re-plantear un problema o situación y facilitarte tomar una decisión complicada.

Ejemplo:

Imagina a una mujer que siente que ya no quiere seguir con su pareja, pero que no es capaz de decírselo por temor a “hacerle daño”.

Como no encuentra ninguna respuesta, decide preguntarle a un amigo de confianza. Este amigo le dice: “¿Y si tú fueras tu pareja, preferirías vivir una mentira o saber la verdad?”

Y en un instante, la mujer cambia de perspectiva y ve las cosas de otra manera: ya no se ve como quien haría daño diciendo la verdad, sino como quien lo haría no diciéndola.

Cómo Usar La Perspectiva Para Tomar Mejores Decisiones

Hay dos maneras:

1. Usando tu imaginación.

Es decir, usando el poder de tu mente para imaginar escenarios.

Te pongo algunos ejemplos de cómo puedes hacer esto:

  • Piensa como la otra persona: en cualquier situación que te involucre a ti y a una o más personas, ponte en el lugar de esas personas y trata de imaginar la situación desde su punto de vista. Esto puede facilitarte muchísimo el tomar una decisión difícil porque, de repente, ves las cosas desde una perspectiva más clara que antes no tenías. Un ejemplo es el que acabo de ponerte sobre la mujer.
  • Cambia las circunstancias: imagina a un joven que no termina de decidir qué carrera universitaria estudiar. Sus padres le enseñaron que el dinero y la reputación son muy importantes, y por ello, siente una gran presión por estudiar medicina. Este joven puede cambiar las circunstancias y plantearse la siguiente pregunta: “Si el dinero y la reputación no fueran ni lo más mínimamente importante para mí ni para el resto del mundo, ¿qué es lo que más me gustaría hacer con mi vida?” Bingo: una perspectiva fresca, auténtica y libre de condicionamiento familiar y social.
  • Altera el tiempo: un ejemplo sería pensar cómo crees que te sentirías en el futuro si tomaras una decisión en concreto, y cómo crees que te sentirías si escogieras la alternativa. Viendo las cosas en retrospectiva, no solo tienes la perspectiva de cómo te sientes ahora, sino de cómo te sentirías durante el resto de tu vida si tomaras una cierta decisión.

2. Apoyándote en personas que puede ofrecerte una perspectiva nueva y útil.

Esto puede ser algo tan sencillo como contarle tu situación o problema a una persona de confianza y preguntarle: “¿Tú qué harías en mi lugar?”

En el trabajo, por ejemplo, muchas veces es frecuente hacer grupos de “brainstorming”, precisamente basándose en la idea de que cada persona puede aportar una perspectiva única y valiosa que, en conjunto con las otras perspectivas, puede mejorar enormemente el éxito de un proyecto.

En conclusión:

Todo el mundo tiene una perspectiva única y potencialmente valiosa sobre las cosas. Procura acumular el mayor número de perspectivas posibles, bien utilizando tu imaginación o bien apoyándote en personas que te ofrezcan una perspectiva útil para ti, antes de tomar una decisión con “visión limitada”.

Tiempo

reloj de arena simbolizando el tiempo

El papel interesante que juega el tiempo sobre nuestras decisiones es que puede influenciar todos los elementos que he mencionado hasta ahora sobre tomar decisiones:

  • Información: cuanto más tiempo tenemos, más información podemos acumular sobre la que basar nuestras decisiones. ¿Alguna vez dijiste: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera hecho eso”. Posiblemente, actuaste de manera prematura antes de contar con la información necesaria.
  • Lógica: cuanto más tiempo tenemos, con más detenimiento podemos pensar sobre las cosas y mejor podemos usar nuestra lógica. Si alguna vez tuviste que tomar una decisión demasiado rápido y no te dio tiempo a meditar sobre ello, puedes entender la relación entre el tiempo y la lógica.
  • Emociones: las decisiones tomadas en un estado emocional turbulento no suelen salir demasiado bien. Ejemplo: una frase extremadamente hiriente que le sueltas a otra personas cuando estás en medio de un gran enfado o disgusto. El tiempo puede ayudarnos a calmarnos y a tomar una decisión mucho más acertada y sana, tanto para nosotros mismos, como para los demás.
  • Intuición: si sientes una corazonada y no sabes muy bien si se trata de tu intuición o de un impulso emocional del momento, el tiempo puede ayudarte. Esto lo mencioné en la sección sobre la intuición: mientras que los impulsos reactivos suelen desaparecer con relativa rapidez, la intuición permanece en el tiempo.
  • Perspectiva: seguro que has experimentado alguna vez hacer un trabajo, dejarlo por un tiempo (días, semanas, meses…), volver, y luego decir: “¿Pero qué basura es esta?” De repente, ves cosas que pueden mejorarse enormemente, trabajas en ellas, y acabas entregando un trabajo de mucha mejor calidad. Así es como influye el tiempo sobre nuestra perspectiva: al distanciarnos temporalmente de una situación o problema y después volver a considerar esa misma situación o problema, adquirimos un ángulo nuevo y vemos las cosas con ojos frescos; cosas que antes no podíamos ver.

El tiempo permite que las ideas maduren.

Y muchas veces, se necesita mucho más tiempo del que solemos pensar para que las cosas salgan realmente bien.

Así fue como Albert Einstein desarrolló su Teoría General de la Relatividad en un período estimado de ¡10 años!, o como Leonardo da Vinci pintó la Mona Lisa en un período estimado de ¡17 años!

Demasiadas decisiones en el mundo se toman demasiado rápido, y demasiado mal…

Por eso, el consejo para ti es el siguiente:

En la medida de lo posible, tómate el tiempo que necesites para tomar tus decisiones (sobre todo las más importantes), hasta que tengas una sensación de certeza de que el camino que estás a punto de escoger, es el correcto.

Esto te ayudará a no cometer tantos errores.

Habrá veces en las que no puedas tomarte el tiempo que necesitas (en el trabajo, por ejemplo), pero en la medida de lo posible, recuerda lo importante de no apresurar las cosas.

No se pierde nada (o se pierde muy poco).

Pero se gana mucho 😉

Parte 3 (Final)

Para leer la tercera (y última) parte de esta serie, en donde hablo sobre cómo tomar decisiones con miedo, cómo gestionar conflictos internos, y cómo estar bien con una decisión de la que te arrepientes, y en donde también encontrarás un resumen práctico de esta serie, ve aquí.

¡Nos vemos allá! 🙂

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Prestar atención al momento presente.

Vivir una vida más consciente y feliz.

Carlos_Azuaje

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