Quieres tener una buena salud, verte bien, sentirte bien, tener más energía, sanar tus dolencias y evitar enfermedades.
¿No es así?
¡Seguro que sí!
Pues estás de suerte, porque voy a presentarte mi modelo de salud completa y abundante que incluye el aspecto físico, mental y espiritual de la salud y que contiene prácticamente todos los elementos que necesitas para verte mejor, sentirte mejor, tener más energía, sanar esas dolencias y evitar muchas enfermedades.
¿Suena bien? 🙂
Pues vamos allá.
* Nota1: aunque me encantaría entrar en detalle en cada uno de los elementos de este modelo, de hacerlo, transformaría el artículo en una pieza de 15.000-20.000 palabras, y eso no te gustaría, para nada… Lo que sí haré es seguir escribiendo artículos de salud para ti. Así que ¡pendiente! 😉
* Nota2: este artículo necesita de algunas imágenes para hacerlo más ameno… Lo tendré en cuenta y lo remodelaré si opinas igual que yo y me dejas un comentario o te pones en contacto conmigo (para hacérmelo saber). Pero si te interesa mucho el tema de la salud, estoy seguro de que algo bueno encontrarás (aún sin las imágenes suficientes) 😉
Contenidos
Elementos Comunes De Una Buena Salud
Empecemos con las cosas que suelen venir a la cabeza cuando pensamos en “salud”:
Ejercicio
Muchas personas creen que el ejercicio físico tradicional (correr, nadar, hacer pesas, practicar un deporte…) es la única forma de cuidar el cuerpo a través del movimiento.
Pero formas de moverse existen muchas, y todas ellas cuentan: sacar a pasear el perro, limpiar la casa, lavar la ropa, hacer la compra, cuidar el jardín…
En multitud de estudios científicos se ha visto que muchas veces, es más saludable llevar un estilo de vida activo (sin ejercicio físico formal) que hacer ejercicio físico formal pero pasar el resto del día sentado.
El rango de beneficios que el movimiento frecuente y abundante aporta al sistema biológico es extenso.
Así que recuerda:
Busca formas de moverte. Como sea, como te guste. Pero búscalas.
Alimentación
Una alimentación saludable se fundamenta en consumir alimentos poco procesados y, en su mayoría, procedentes de las plantas.
También tiene que ser lo suficientemente variada y equilibrada como para aportarle a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita para funcionar de manera óptima (lee este artículo sobre los nutrientes esenciales para que sepas cómo se construye una dieta variada y equilibrada).
Ingerir las cantidades adecuadas de calorías, carbohidratos, proteínas y grasas también es importante, así como elegir las fuentes más nutritivas de estos 3 macronutrientes.
Por supuesto, hay momento para todo…
Comer lo que te gusta y más te satisface (si bien no debería suponer la mayor parte de tu dieta) también forma parte de una alimentación saludable.
Y si quieres adelgazar, nunca olvides esto:
La dieta es clave.
Resulta muy, muy fácil ingerir cientos (¡e incluso miles!) de calorías en cuestión de minutos, y muy, muy difícil quemarlas a través del ejercicio.
Lo sé… no es una realidad que nos guste aceptar… 🙁 Pero es la realidad.
Hacer ejercicio al nivel que se necesita para quemar una gran cantidad calorías requiere de mucho tiempo y esfuerzo.
Sin embargo, esto no quiere decir que el ejercicio no tenga un impacto positivo en tu gasto calórico, estado de ánimo, y estado de salud general, ¡así que ánimo! 😉
Sueño
Es crucial dormir bien y suficiente (es decir, calidad + cantidad).
El sueño puede tener efectos muy profundos sobre muchas áreas de tu vida, desde una cosa tan simple como tu apariencia física externa hasta otras más complejas como la modulación de tu sistema inmunológico y tu capacidad para combatir infecciones.
Y si quieres adelgazar mejor, tampoco olvides esto:
Dormir suficiente optimiza la proporción de grasas que tu cuerpo utiliza a lo largo del día.
Hábitos Saludables
Estos los conoces muy bien, pero siempre es bueno recordarlos: no fumar, beber con moderación, no usar drogas, protegerse del sol, evitar lugares muy contaminados, lavarse las manos con frecuencia…
Elementos (Frecuentemente) Olvidados De Una Buena Salud
Hay factores que se nos suelen olvidar, o sobre los que nunca nos hemos detenido a pensar, cuando nos proponemos mejorar nuestra salud.
Factores que pueden ser tan (o incluso más) importantes que los anteriores:
Pensamientos Y Emociones
¿Qué pensamientos pasan por tu cabeza cada día? ¿Son positivos o negativos? ¿Te resultan repetitivos e inservibles, o sirven un propósito verdaderamente útil en tu vida?
¿Y tus emociones? ¿Están cargadas de buenas o de malas energías? ¿Cómo se siente experimentar la vida “bajo tu piel”?
Mantente atento y observa.
Lo que puedes llegar a aprender cuando observas tus pensamientos y emociones es de un valor incalculable.
Paz
Es decir, quietud mental.
Serenidad, habilidad de mantener la calma ante los problemas, de no reaccionar de forma exagerada ante las malas palabras y acciones de los demás, de no dejarte dominar por el estrés y por la preocupación…
Una de las mejoras formas de traer paz a tu vida es prestar atención a la voz en tu cabeza (lee el artículo para que aprendas cómo hacerlo).
Cuando eres consciente de esa voz en tu cabeza, esta empieza a perder su poder sobre ti. Y se produce una transformación.
Felicidad
Lo puedes llamar de muchas maneras: alegría, contento, disfrute, satisfacción…
Pero me refiero al entusiasmo que experimentas en todas las cosas que haces, en tu vida privada, en tu trabajo, en tus objetivos y aspiraciones personales, en lo que te gusta, interesa y apasiona…
No siempre nos sentiremos felices cada momento de nuestras vidas, pero una ausencia completa o casi completa de felicidad no es una buena señal…
Relaciones Personales
¿Cómo te relacionas con los demás y cuál es la calidad de esas relaciones? ¿Te resultan positivas y agradables tanto para ti como para ellos?
Con relaciones personales me refiero a todo tipo de interacción humana: desde tu familia, amigos y pareja, hasta esos “extraños” que te encuentras por la calle.
No se trata de tener muchos amigos, ni de ser el más popular, ni de no parar de socializar… Se trata de la energía que emanas, y que permitas que fluya, cuando te relacionas con las demás personas.
Sentimiento De Unión
¿Cuál es tu grado de conexión con las cosas, las personas, los seres vivos, lo que te rodea, la naturaleza… la vida misma?
¿Te sientes parte del todo o te sientes más bien aislado y desprendido de la realidad?
En último término, ese grado de conexión no depende de factores externos (que hoy haga un día muy brillante y bonito y que las cosas te salgan perfectas, por ejemplo), sino del grado de conexión que sientas contigo mismo.
Pasión Por Vivir
¿Tienes ganas de vivir? ¿De levantarte cada día y hacer cosas, experimentar, sentir, compartir, explorar y descubrir?
Es imposible tener ganas de vivir cuando se está constantemente preocupado por el futuro o atormentando por el pasado.
Sueña, ten esperanza, no tengas miedo de fallar y, sobre todo, nunca olvides vivir en el aquí y ahora.
Estimulación Mental
La mente puede ser estimulada de muchas maneras (solo hay que observar el mundo en que vivimos…)
Pero por supuesto, no todas son ellas saludables.
Leer, aprender algo nuevo, practicar una habilidad, tocar un instrumento, diseñar, construir, pintar, viajar… son formas de mantener/aumentar tus capacidades cognitivas, alcanzar nuevos horizontes, y expandir tu perspectiva de la vida y de las cosas de este mundo.
Nivel De Energía
¿Cuánta energía tienes a lo largo del día? ¿Te sientes despierto, atento y con fuerzas, o sueles estar cansado la mayor parte del tiempo?
Si es lo último, algo no anda bien… Y eso que no anda bien puede ser muy diverso: desde una intolerancia alimentaria hasta pensamientos negativos y repetitivos en tu cabeza y que no te dejan en paz.
No tener suficiente energía puede afectarte de muchas maneras: tu motivación en el trabajo, tu productividad, tu capacidad de concentración, tus ganas de luchar por tus objetivos personales…
Por eso es importante que te mantengas atento a tu estado de ánimo general y que tomes medidas o busques ayuda si sospechas que algo no marcha como debería.
¿Una forma rápida de tener más energía ahora mismo? Cambia lo que estás haciendo.
Parece algo muy simple, y en realidad lo es. Pero es muy efectivo.
Pruébalo: cuando pases demasiado tiempo trabajando en algo físico o mental, en una misma posición (sentado, acostado, de pie) o escuchando la misma música una y otra vez, cámbialo.
Deja lo que estás haciendo y muévete un poco, sal a dar un paseo breve, entra en una posición de estiramiento relajante… Experimenta y busca tus propias formas.
Verás que algo ocurre dentro de ti y se produce un cambio tremendo en tu nivel de energía.
Descanso
Me refiero al descanso en su sentido más global, no solo a dormir. En otras palabras, descanso para tu cuerpo, mente y alma.
Puede ser detenerte un momento para contemplar y respirar profundamente, o desconectar de tu trabajo para relajarte y hacer lo que más te gusta, o estirar un poco y soltar las tensiones.
Incluso algo tan simple como descansar tus ojos tras un largo período mirando a la pantalla puede ser el descanso que necesitas ahora mismo.
Piensa en el descanso como una vuelta hacia la quietud; quietud después de tanto tiempo “haciendo”.
Suplementación
Una buena alimentación puede aportarle al cuerpo todos los nutrientes que necesita, ¿cierto?
Cierto. Pero también puede que no.
Para que lo haga, es necesario planear de forma estratégica y saber combinar bien los alimentos.
Pero no todo el mundo posee los conocimientos necesarios o dispone del tiempo suficiente para ello, y es aquí donde una buena suplementación (hecha con cabeza y de manera individualizada) puede servir para complementar tu dieta y suplir carencias que sean más o menos importantes.
Más aún, existe una diferencia entre consumir lo mínimo recomendado de un nutriente particular para evitar deficiencias y hacerlo con el objetivo de optimizar tus parámetros biológicos y obtener beneficios adicionales.
“Natural” no siempre es mejor que “artificial”, y gozar de la mejor salud que te es posible algunas veces requerirá de la combinación sabia y justa de ambas vías.
Aprovechamiento Del Sistema Sanitario
Pedir cita con el médico o especialista cuando algo te molesta o preocupa o hacerte chequeos generales (un análisis de sangre, por ejemplo) y chequeos específicos (un examen de cáncer de colon a partir de los 45 años, por ejemplo) son algunas formas de aprovechar los recursos que tenemos a nuestra disposición como contribuyentes de la sociedad.
Además, son maneras de monitorizar nuestra salud a fin de evitar problemas y enfermedades en el futuro que puedan traer graves complicaciones.
¿Cómo Usar Toda Esta Información?
Como puedes ver, tener una salud completa y abundante es la suma de varios elementos que se engloban dentro del plano físico, mental y espiritual de todo nuestro ser.
Pero ¿quién tiene en orden y a punto cada uno de estos elementos? Nadie.
Y tampoco es necesario.
Lo más importante es esto:
En lugar de pensar en tener una salud “perfecta”, céntrate en mejorar lo que está dentro de tus capacidades y, sobre todo, lo que más necesitas en tu vida en este momento.
Sigue este método sencillo y efectivo para aplicar toda esta información y empezar a mejorar tu salud de forma drástica:
1. Aparta un tiempo para reflexionar. Pregúntate cuáles de las áreas de esta lista más necesitan de tu atención y cuidado en este momento de tu vida.
Puede ser una dieta o ejercicio desatendidos por un exceso de trabajo, o ese espacio cada día o semana para desconectar, relajarte y hacer lo que más te gusta, o pensamientos y emociones negativos que aún no han sido examinados y que te están causando sufrimiento…
Una vez identificadas esas áreas más importantes:
2. Céntrate en una de ellas a la vez. Dedícale todo el tiempo que necesites, sin importar cuánto te lleve.
Cuando estés satisfecho con tu progreso, muévete a otra área.
3. Busca tus propias respuestas. Investiga un poco sobre el tema, habla con un experto, apóyate en un amigo o familiar de confianza, o simplemente, detente un momento y mira dentro de ti (ahí también se encuentran respuestas muy buenas).
4. Cada cierto tiempo, evalúa tu progreso. ¿Ha mejorado tu estado de salud respecto a como habías empezado? ¿Qué funcionó? ¿Qué no funcionó? ¿Conseguiste tu objetivo?
Si lo necesitas, vuelve a leer este artículo y úsalo como referencia para recordarte puntos importantes y plantearte preguntas.
5. Disfruta del proceso. Cada paso que des es un paso hacia adelante (aunque puedas lo contrario).
Algunas personas dan pasos más grandes en unas áreas; otras los dan en otras.
Sin embargo, lo importante no es cuán grande sea el paso, sino darlo.
Mantén el objetivo final a la vista y nunca olvides disfrutar del camino.
* Nota: si quieres mejorar más de un área a la vez, es posible, siempre y cuando seas capaz de mantener la atención, la paz y el disfrute durante todo el proceso. Sin estrés. Sin preocupaciones. Y sin prisas.
En Resumen: ¿Qué Significa Tener Una Buena Salud?
Antes de responder a esta pregunta, hay dos conceptos que debes tener muy claros:
Equilibrio. Tener buena salud no es cuestión de perfección, sino de equilibrio.
Equilibrio entre cuerpo, mente y alma, y equilibrio dentro de cada uno de los elementos de esta lista a fin de encontrar el camino medio, sin pasarse ni quedarse corto.
Atención. Tener buena salud también es cuestión de prestar atención a las cosas que más importan y necesitas en tu vida en este momento.
(Si quieres desarrollar y multiplicar tu capacidad de atención, lee mi artículo “El Poder De La Atención“).
Ahora sí, te propongo mi respuesta a la pregunta: ¿Qué significa tener una buena salud?
Tener una buena salud significa encontrar el equilibrio justo entre los elementos del plano físico, mental y espiritual que influyen cómo nos vemos y sentimos con nosotros mismos, en el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, mente y espíritu, y en prestar atención a las cosas que más importan en nuestras vidas.
Aplica estos consejos poco a poco, con constancia, paciencia y mucho entusiasmo, y verás cómo gozas de una salud verdaderamente completa y abundante, por el resto de tus días.
En mi cuenta de Instagram, comparto mensajes para alcanzar una buena salud desde el interior, a través de la consciencia. Sígueme para aprender más. ¡Espero verte! 🙂