Sabes que debes hacer algo, pero no quieres hacerlo. Que tienes responsabilidades que asumir, pero no tienes ganas de asumirlas. Que debiste haber empezado ya, pero aún no has empezado…
¿Cómo puedes romper con esta carga tan incómoda, con esta falta de ganas y con este desánimo, y hacer lo que debes hacer de una vez?
Con 3 sencillos pasos que te enseño en este artículo.
Empecemos 🙂
Contenidos
Paso #1: Pregúntate Si Realmente Debes Hacerlo
Antes de luchar por hacer una tarea que no quieres hacer, pregúntate si de verdad quieres o debes hacer esa tarea; si de verdad vale la pena tu tiempo, esfuerzo y paz mental.
La razón es muy sencilla: muchas veces pensamos que queremos o tenemos que hacer algo, e invertimos mucho de nosotros (sobre todo, nuestra paz mental), para luego darnos cuenta de que realmente no queríamos o teníamos que haberlo hecho.
Así que la próxima vez que te encuentres en la situación incómoda de hacer algo que no quieres, tómate el tiempo que necesites para responder a esta pregunta con sinceridad.
Valora la situación, examina las condiciones, considera los pros y los contras, piensa en los motivos por los que crees que quieres o debes hacer algo, y escucha dentro de ti, prestando atención a cómo responde tu cuerpo (sentimientos, emociones, sensaciones…) cuando piensas en hacer una tarea que se te resiste.
Cuanto más complejo, delicado y serio sea el tema, más atención deberás prestar.
Puede interesarte: Cómo Tomar Mejores Decisiones En La Vida
Si después de preguntarte si de verdad quieres / debes hacer esa tarea, la respuesta es “no”, acabas de quitarte un peso de encima 🙂
Sin embargo, si la respuesta es “sí”, sigue leyendo:
Paso #2: Pregúntate Si Debes Hacerlo Ahora Mismo
Otra cosa que nos pasa con frecuencia es pensar que debemos ocuparnos de todo ya, cuando esto no es más que un pensamiento innecesario que lo único que hace es hacernos sentir mal.
Así es como funciona nuestra mente cuando no hacemos consciente el hecho de que la tarea que tenemos que hacer no es urgente.
No hacer consciente que no se trata de algo urgente nos puede producir emociones negativas como preocupación, estrés, ansiedad, inquietud e irritabilidad, y hacernos sentir culpables con pensamientos como:
- “No estás haciendo lo que deberías estar haciendo”.
- “Estás perdiendo el tiempo” / “Has perdido el tiempo”.
- “No estás siendo responsable” / “No eres responsable”.
Pero si esa tarea no es urgente, estos pensamientos son una ilusión.
Entonces, ¿cuál es el remedio para tratar esta preocupación ilusoria?
Detente un momento y pregúntate: “¿Debo hacer esta tarea ahora mismo?” Si la respuesta es “sí”, ponte manos a la obra (y ve al paso #3). Si la respuesta es “no”, internaliza bien que la respuesta es “no”.
Si no internalizas que no tienes por qué hacer una tarea ahora mismo, esa tarea podría quedarse bailando en tu cabeza en segundo plano y tu mente podría ocasionarte las emociones negativas que acabas de ver.
Pero si te detienes un momento a considerar la pregunta del paso #2, haces que la tarea pase del segundo al primer plano: el plano de la atención consciente.
Y tu mente ya no puede producirte ninguna emoción negativa, porque la tarea ha quedado registrada (de forma consciente) como una tarea para el futuro; no para el ahora.
Puedes apuntar esa tarea en tu agenda o calendario y ocuparte de ella más tarde, pero por ahora, bórrala por completo de tu mente.
Despreocúpate.
Deshazte de una carga que no necesitas cargar ahora mismo.
Paso #3: Acéptalo (Pero Acéptalo Completamente)
Cuando llegue el momento de hacer eso que no querías hacer en un principio, puede que surja en ti resistencia, queja, descontento… Puede que incluso vuelvas a plantearte si realmente quieres o debes hacer lo que crees quieres o debes hacer.
Tómalo como una oportunidad para volver al paso #1 y responder a la pregunta con toda sinceridad.
Si la respuesta es “no”, será un peso menos de encima para ti.
Pero si la respuesta es “sí”, acéptalo completamente.
Si no lo aceptas completamente, aún podrás cumplir con tu tarea, sí. Pero tu estado interno será de resignación, impaciencia, frustración, enojo, amargura…
No estarás en paz.
Esto ya lo has experimentado antes: hacer algo con disgusto.
Y sabes que no se siente nada bien…
Por tanto, mantente atento a pensamientos que indiquen resistencia o queja, como por ejemplo:
- “No debería estar haciendo esto”.
- “No debería estar aquí”.
- “Esto no me gusta”.
- “Qué molesto es hacer esto”.
- “¿Por qué tengo yo que hacer esto?”
- …
Resistirse a lo inevitable (hacer la tarea que debes hacer) es caer en la inconsciencia.
¿Y por qué es “inevitable” hacer esa tarea?
Porque ya decidiste en su momento que tenías que hacerla.
Vuelve a leer este último punto hasta que lo entiendas muy bien; es importante.
Entonces, ¿cómo se acepta algo completamente?
Diciendo: “Bien, esto es lo que tengo que hacer ahora mismo. No me gusta, la verdad, pero esto es lo que la situación, las cosas y este momento requieren de mí”. Y después, pon toda tu atención y cuidado en lo que tienes delante.
(No lo “dices” literalmente, por supuesto. Es más bien una actitud).
Lo más probable es que no sientas felicidad ni alegría (después de todo, es algo que no querías hacer desde un principio).
Pero tampoco habrá sufrimiento.
Habrá paz 🙂
Y a medida que vayas aceptando más y más la situación y poniendo toda tu atención en ella, podrías sorprenderte a ti mismo/a disfrutando de algo que antes creías imposible de disfrutar 🙂
No Siempre Podrás Ser Feliz, Pero Siempre Podrás Estar En Paz
La realidad de las cosas es que no siempre habrá felicidad en lo que hagas.
Habrá cosas que tengas que hacer que no te gusten nada (en el trabajo, por ejemplo), y eso no lo puedes controlar.
Lo que sí puedes cambiar es el grado de atención y calidad con la que haces las cosas, y con esa atención y calidad, tu paz interior.
Tú puedes elegir experimentar paz interior estando (realmente estando) en el momento presente y dedicántole tu más absoluta atención y cuidado a este momento.
Vayas adonde vayas.
Y hagas lo que hagas 🙂
Si necesitas ayuda personalizada con este tema, por favor visita mi servicio de sesiones uno a uno.